XV MENSAJE DE CUARESMA 2025 DEL PATRIARCA MARONITA RAI
- Noticias Maronitas
- 24 feb
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Actualizado: 4 mar

"LA CUARESMA ES UNA PROCESIÓN COLECTIVA"
Patriarcado de Antioquía y de todo Oriente
La Cuaresma es una procesión colectiva.
Decimoquinto Mensaje de Cuaresma
De Su Beatitud Bechara Pedro cardenal Rai
Patriarca de Antioquía y de todo Oriente
Bkerke 2025
La Cuaresma es una procesión colectiva.
Todos estamos llamados a ayunar durante la Cuaresma, siguiendo el ejemplo del Señor Jesús, quien “ayunó cuarenta días y cuarenta noches, hasta que tuvo hambre” (Mateo 4:2). El camino comunitario de cuarenta días se apoya en tres pilares que están integrados e interconectados: el ayuno, la oración y la limosna.
El ayuno, mediante abstención de alimentos desde medianoche hasta mediodía, en señal de arrepentimiento, contrición de corazón y remordimiento por los pecados veniales y mortales, mediante la confesión de ellos. La persona arrepentida se renueva y comienza una nueva vida. Es el tiempo de volver a Dios a través del sacramento del arrepentimiento, que el Señor Jesús instituyó con abundancia de su divino amor y misericordia. Es como un nuevo nacimiento, en el que se borra la vieja vida distorsionada por los pecados. La Cuaresma es un tiempo santo en el que volvemos a Dios, mostramos solidaridad con nuestros hermanos, compartimos el ayuno, la vida y el sufrimiento de Cristo, y resistimos al tentador.
La oración es la elevación de la mente y del corazón hacia Dios, es una respuesta humana a la palabra de Dios y que alimenta la fe en nosotros. Es la humildad del corazón ante la grandeza de Dios. Es la necesidad que el hombre tiene de Dios, de quien viene todo lo bueno. La Cuaresma es un tiempo de oración y renovación a través de las donaciones divinas. La oración verdadera y eficaz es la oración del corazón, no la de los labios. Si el corazón está lejos de Dios, la oración de los labios pierde su valor. El corazón es la morada de Dios, donde nuestra oración se convierte en una relación de alianza con Dios y una comunión con Él.
La limosna consiste en compartir con nuestros hermanos en sus necesidades de lo que tenemos, sea mucho o poco. A través del compartir y de la comunión, superamos la tentación del egoísmo, la codicia de poseer y el amor al dinero, que contradicen la prioridad de Dios en nuestras vidas. El culto a las riquezas mundanas nos separa de Dios y de las personas, y nos engaña con una felicidad que es un espejismo. La limosna es un acto de amor que hacemos hacia alguien que está en necesidad material, moral, espiritual o social. El Señor Jesús se identifica con estos hermanos (cf. Mateo 25:35-36).
La limosna se puede realizar directamente o a través de grupos, asociaciones, instituciones y organizaciones caritativas bien conocidas, como Cáritas Líbano, que es el “organismo social de la Iglesia en el Líbano”, y sus centros están presentes en todos los territorios libaneses. Su campaña de donaciones se mantiene durante esta Gran Cuaresma.
Expresamos nuestro agradecimiento a todos los donantes, individuos y grupos.
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DIRECTRICES PASTORALES
A- La Cuaresma y el ayuno de alimentos durante y fuera de ella
1. La Gran Cuaresma dura siete semanas en preparación para la Pascua. Comienza el Lunes de Ceniza y finaliza la tarde del Sábado Santo. Se basa en la abstinencia de alimentos desde medianoche hasta las doce del mediodía, la abstención de carnes y productos blancos (leche, sus derivados y huevos).
2. Están exentos de ayuno y abstinencia los sábados, domingos y días festivos siguientes: San Juan Marón (2 de marzo), los Cuarenta Mártires (9 de marzo), San José (19 de marzo), la Anunciación de la Virgen (25 de marzo) y el Santo Patrón de la Parroquia. Durante toda la Semana Santa, desde el lunes hasta el Sábado Santo, el ayuno y la abstinencia siguen siendo obligatorios.
3. En general, están exentos del ayuno y la abstinencia de alimentos, los enfermos y los ancianos, que por sus condiciones de salud requieran ingerir alimentos para recuperar fuerzas, especialmente aquellos que toman medicamentos relacionados con sus enfermedades crónicas y que se encuentran en condiciones especiales y delicadas de salud, además de los pacientes que están sujetos a hospitalización temporal o periódica. Se sabe que los niños comienzan el ayuno el año siguiente a su primera comunión, teniendo en cuenta sus circunstancias durante los días escolares.
Aquellos que están exentos de la ley del ayuno y la abstinencia de alimentos están invitados a contentarse con un pequeño desayuno suficiente para tomar la medicina.
Por las exigencias de la vida y para aliviar la carga de los fieles, hombres y mujeres, la ley de la abstinencia sigue siendo obligatoria durante la primera semana de Cuaresma y durante la Semana Santa, con tal que quienes no puedan adherirse a la abstinencia deberán compensarlo con actos de caridad y misericordia.
4. La abstinencia se practica en la Iglesia con ocasión de tres fiestas y las hemos limitado cada una de ellas a una semana por nuestra autoridad. Estas son las siguientes: la abstinencia de la fiesta los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y de los Doce Apóstoles (del 21 al 28 de junio), la abstinencia de la Asunción de la Virgen María (del 8 al 14 de agosto), y la abstinencia de la Natividad (del 16 al 24 de diciembre).
5. En cuanto al ayuno de los viernes, se mantiene durante todo el año. Excepto el Viernes anteriores a la Cuaresma, los viernes entre Pascua y Pentecostés, y entre Navidad y Epifanía. También se excluyen los viernes que caen en las siguientes fiestas: la Circuncisión del Niño Jesús (1 de enero), la Fiesta de San Antonio el Grande (17 de enero), la Presentación de Jesús en el templo (2 de febrero), la festividad de San Juan Marón (2 de marzo), el Día de los Cuarenta Mártires (9 de marzo), la fiesta de San José (19 de marzo), la Anunciación de la Virgen María (25 de marzo), la Fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio), la Fiesta de la Asunción de la Virgen María (15 de agosto), la Conmemoración de la Decapitación de Juan Bautista (29 de agosto), la Natividad de la Virgen María (8 de septiembre), la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre), la Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María (8 de diciembre), el Nacimiento del Señor Jesús (25 de diciembre), la fiesta del Patrón de la parroquia, del Sagrado Corazón de Jesús.
B- Ayuno eucarístico
Se trata de la abstinencia de alimentos ligeros por parte de los sacerdotes y los fieles en preparación para recibir la Sagrada Eucaristía durante el Divina Liturgia, al menos una hora antes del inicio de la Misa. Y aprovechamos para recordar la importancia de mantener un estado de gracia, decencia en el vestir y en la piedad, cabe recordar que Cristo el Señor está presente bajo las formas del pan y del vino.
Conclusión
6. La Gran Cuaresma es el “tiempo propicio” para los méritos espirituales y humanos, que se manifiestan en el ayuno, la oración, la limosna, así como la conversión y la reconciliación. Es el “tiempo de gracia” que nos lleva al “pasar” a la vida nueva con la Pascua de Cristo.
Rogamos a Dios, por intercesión de nuestra Madre, la Virgen María, Nuestra Señora del Líbano y de nuestro padre San Marón, que conceda con su gracia a todos los miembros de nuestra Iglesia: pastores, sacerdotes, monjes, monjas y fieles, en el Líbano, en el territorio Patriarcal, y en los países de la Diáspora. Imploramos estabilidad y paz para nuestras patrias, para la gloria de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Amén.
Con mi cariño, oraciones y bendición apostólica.
Bkerke el 24 de febrero de 2025.
+ Su Beatitud Bechara Pedro cardenal Rai.
Patriarca de Antioquía y de todo Oriente
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