MISA POR LOS MÁRTIRES
DE LA RESISTENCIA
Homilía de Su Beatitud Bechara Pedro cardenal Rai
Patriarca de Antioquía y de todo Oriente
Misa por los mártires
Nuestra Señora de Elige
Domingo 10 de septiembre de 2022
"¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Todavía no tienen fe?" (Marcos 4, 40).
1. La gran tempestad que azotó la nave de los discípulos de Jesús mientras él estaba con ellos, es una tempestad que se repite de otra forma en más de un nivel: en el nivel personal cuando una persona pasa por una etapa de cambio de rumbo de su vida, como le sucedió a Agustín; En el nivel familiar, cuando surgen dificultades en la vida conyugal y familiar; a nivel de la sociedad cuando se ve obstaculizada por conflictos y divisiones; A nivel estatal, cuando sus instituciones constitucionales se derrumban y ciudadanos inocentes son víctimas; a nivel internacional, cuando ruge el flagelo de la guerra, el hambre, los asesinatos, la destrucción y la emigración. Todas estas tormentas siembran miedo en las almas. Pero el Señor Jesús, que está con nosotros y es compañero de nuestros caminos, nos repite lo que dijo a sus discípulos, pilares de la Iglesia: "¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Todavía no tienen fe?" (Marcos 4, 40).
2. Nosotros con fe nos reunimos hoy a la sombra de Nuestra Señora de Elige y junto a las tumbas de nuestros mártires, los mártires de la resistencia libanesa, por una generosa invitación de la Asociación de Nuestra Señora de Elige, para ofrecer este Santa Misa cada año, para el descanso eterno de sus almas, y para la sanación de los mártires vivos que aún llevan en sus cuerpos la marca del martirio y del sufrimiento, y para el consuelo de sus familias, y para la continuidad de la llama del amor y de la fe en el Líbano, la patria y el mensaje en este Oriente y en el mundo.
3. Cuántas veces escuchamos la voz de Dios en el Evangelio repitiendo el llamado a no tener miedo: Lo dijo por boca del ángel a María: “No temas” (Lucas 1, 30), y a José en un sueño: “No temas” (Mateo 1, 20), y a los pastores de Belén: “No teman” (Lucas 2, 10), y Jairo, el jefe de la sinagoga, cuando oyó el la noticia de la muerte de su hija: “No temas, cree solamente, y tu hija vivirá” (Lucas 8, 50), y a Simón Pedro después de la asombrosa pesca y confesándose pecador ante el Señor; "No temas. Desde ahora serás pescador de hombres para toda la vida" (Lucas 5,10). Y después de la resurrección del Señor de entre los muertos, repetía en sus apariciones a sus apóstoles: “La paz sea con vosotros, no temáis, yo soy” (Lucas 24, 36); Y a las dos mujeres que vinieron el domingo por la mañana temprano para ver el sepulcro, el ángel les dijo: “¡No tengan miedo! Corrían con temor y alegría, Jesús las encontró y les dijo: “No tengan miedo, vayan y díganlo a mis hermanos para que vayan a Galilea, y allí me verán” (Mateo 28, 10) .
4. Los mártires de la resistencia libanesa que recordamos hoy y que fueron martirizados por el bien del Líbano, para que lo preservaran y protegieran de su desaparición, nos dicen hoy, en nuestra difícil y extremadamente peligrosa circunstancia: "¿Por qué tienes tanto miedo? ¿Dónde está tu fe? Hacen un llamado a todos para fortalecer la fe, a unificar la resistencia libanesa para preservar el único Líbano y protegerlo de cualquier agresión externa, y construir la unidad de su pueblo y sus múltiples componentes.
La resistencia libanesa no se limita a las armas en defensa de la patria y de su pueblo, sino que incluye en particular la constancia en la unidad interna, en la lealtad total al Líbano-patria, en la demostración de moralidad y valores, en la preservación de las características del estado de Líbano, y en la promoción de su mensaje y modelo.
5. Nuestros mártires yacen a la sombra de Nuestra Señora de Elige, donde vivieron varios de nuestros patriarcas como testigos y custodios de sus tres tesoros: la fe, la libertad y la independencia. Lo trajeron con sus sucesores a la declaración del estado del Gran Líbano el primero de septiembre de 1920, e hicieron de estos tres las características del Líbano y el punto de partida de su mensaje en este Oriente.
La memoria de nuestros heroicos patriarcas se confunde con la memoria de los mártires de la resistencia libanesa. Entre aquellos patriarcas que vivieron en la residencia patriarcal de Nuestra Señora de Elige, debemos mencionar a dos patriarcas Daniel Hadchiti, que se enfrentó a los mamelucos en el año 1300 y resistió con gran heroísmo su ataque al país en Joubbe y Bcharre. Detuvo sus ejércitos frente a Ehden durante cuarenta días. Sólo se apoderaron de él después de que lo atraparon. Los historiadores escribieron: “Su captura fue una gran conquista, mayor que la apertura de una fortaleza o un castillo”.
Recordamos con él al patriarca Gabriel bin Hajoula, que murió calcinado en un incendio en la plaza de Trípoli, durante la era oscura e injusta de los mamelucos.
6. Los Patriarcas continuaron su resistencia y firmeza a través de la fe, la oración y el trabajo, fortaleciendo a su pueblo por la fe, quitando el miedo de sus corazones, a pesar de todos los sufrimientos y persecuciones. Poco a poco, buscaron lograr los elementos de una patria independiente, en la que los ciudadanos pudieran vivir con dignidad y libertad. Cada uno de ellos construyó un curso en el edificio de este país hasta que fue coronado con un hermoso edificio durante el reinado del honorable gran Patriarca Elías Hoayek. Recordamos, en sucesión, a los Patriarcas: Moussa Al-Akari, con quien se inició el camino de aspirar a la plena independencia. Lo siguió en el mismo enfoque con logros especiales, los tres patriarcas de la familia Al-Razi.
Los dos Patriarcas, Youhanna Makhlouf y Gerges Amira, vinieron y cooperaron con el Emir Fakhreddine II el Grande, para unir el país y lograr una relativa independencia, mientras buscaban la independencia final cuando maduraran las condiciones internacionales. También ayudaron al Príncipe en su apertura a Occidente a través de Italia.
El homenajeado Patriarca Esteban Douaihy, quien trazó la hoja de ruta hacia la independencia, material, espiritual e histórica y hacia la construcción del futuro estado. Su papel fue fundamental en la marcha de los maronitas en particular y de los libaneses en general.
Le sucedió el patriarca Youssef Estephan, quien abrió a los ojos del periódico la historia de la educación en el Líbano, como sus antecesores abrieron la historia de su independencia. La impresión del periódico que fue llamada “la madre de los institutos en el Líbano” por su papel en los tres campos: religioso, nacional y cultural.
El Patriarca Youssef Dargham Al-Khazen, quien, durante su reinado, completó el famoso Sínodo Libanés en el Monasterio de Nuestra Señora de Louaize en Zouk Mosbeh en 1736, quien organizó la situación de la Iglesia Maronita en todos sus aspectos, siendo así su permanente referencia.
Luego vino el patriarca Youssef Hobeich, que se distinguió por un alto sentido de la responsabilidad en los asuntos organizativos y espirituales eclesiásticos, en los asuntos educativos y sociales, y en los campos político y nacional. Y en su época era la jerga de Antelias.
Le sucedió el patriarca Boulos Massad, titular de los cargos eclesiásticos y nacionales. Su papel se caracterizó por la sabiduría y la paciencia hacia la revolución campesina, el movimiento Youssef Bey Karam y la guerra civil de 1860, a la que siguió la adopción de la Ley Básica del Líbano.
Finalmente, al patriarca Elías Hoayek, apodado "El padrino del Gran Líbano", se le atribuyó la restauración de los cuatro distritos y ciudades costeras que le habían sido despojados por el dominio otomano. El patriarca Hoayek se distinguió por su constante llamamiento a la convivencia entre todos los libaneses, y por reforzar la apertura de los maronitas a su entorno árabe, por su interés por los maronitas dispersos por el mundo, y fue conocido por sus múltiples llamamientos a la solidaridad y resistencia ante los peligros de la Primera Guerra Mundial y la hambruna. (Ver todo sobre los patriarcas en el artículo del Dr. Antoine Najem: “The Maronite Church’s Journey to Greater Lebanon” en el libro: Greater Lebanon, the First Centenary (of the Maronite Center for Documentation and Research), pg. 24-76.)
Por lo tanto, sentó las bases de la filosofía política del Líbano al decir que pertenecer al Líbano es a través de la ciudadanía, no a través de la religión, y así separó la religión y el estado desde 1920.
7. Todos los patriarcas que sucedieron en el trono de Antioquía y del resto del Oriente después del honorable Patriarca Elías Hoayek hasta el día de hoy, continuaron velando por el Líbano en la esencia de su entidad, de su vocación histórica y de su mensaje, y se convirtieron en para el pueblo del Líbano un signo de esperanza y de constancia, y una casa de refugio.
Desde este punto de vista, seguimos alzando la voz por el establecimiento del Estado del Líbano sobre sus bases constitucionales y estatutarias, capaz de garantizar el bienestar de todos los libaneses y para todos los libaneses. Hoy alzamos nuestra voz con ustedes, auditorio, televidentes y oyentes, exigiendo la formación de un nuevo gobierno capaz, y la elección de un nuevo Presidente de la República antes de que finalice el mandato de Su Excelencia el Presidente, es decir, antes el 31 de octubre próximo, que sea un presidente capaz de todas las especificaciones en las que todos los libaneses son unánimes. Exigimos la protección del poder judicial de toda politización, regateo o dependencia de socorristas y de cualquier decisión que vulnere sus principios fundamentales, y ponemos la mirada en proteger la investigación judicial por el delito de la explosión del puerto. Esta es la mayor libertad de la historia.
8. Ponemos estos deseos en la custodia de nuestra madre, la Virgen María, Nuestra Señora de Elige, confiando en las oraciones de nuestros santos patriarcas y por la sangre de nuestros heroicos mártires. Que Dios todopoderoso responda nuestras oraciones y escucha el clamor de nuestro pueblo. A Él sea gloria y acción de gracias, ahora y siempre, Amén.