Mensaje del Patriarca Rai a los Sacerdotes en ocasión del Jueves de los Misterios

MENSAJE PATRIARCA MARONITA RAI

A LOS SACERDOTES EN OCASIÓN

DEL JUEVES DE LOS MISTERIOS

A mis hermanos, venerables obispo, queridos sacerdotes, monjes y párrocos.

El próximo jueves, de la Semana Santa, que hoy comenzamos en nuestras catedrales, parroquias y monasterios, celebramos la fiesta de la institución del Sacramento de la Eucaristía y del sacerdocio. Son el vínculo sacramental sagrado que nos hace uno en Cristo y nos une en su cuerpo místico, la Iglesia.

Quisiera felicitaros por el aniversario de la instauración de nuestro sacerdocio y con motivo de nuestro servicio al Sacramento de la Eucaristía, que Cristo el Señor, el Sumo y Eterno Sacerdote, nos encomendó. En este día renovamos nuestra promesa sacerdotal, nuestra fuerza espiritual y nuestras virtudes.

La Eucaristía, que se nos ha confiado, es a la vez recuerdo, comunicación y anticipación. Es el memorial del sacrificio de la redención, la fiesta del Cuerpo y la Sangre del Señor. Cristo “murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación” (Romanos 4, 25). Él nos dio a comer su Cuerpo y a beber su Cangre, para que tengamos vida eterna (Juan 6, 54).

Y continúa, como continúa ahora y aquí el sacrificio de su Cuerpo y Sangre, cada vez que los sacerdotes celebramos la liturgia de la Divina Liturgia con Cristo Cabeza, y continúa su fiesta divina que comemos de su mano. Por esta doble continuidad, anticipa la Pascua de su muerte y resurrección instituyendo la Eucaristía. Así que se preparó la cena, y bendijo y dijo: “Tomen, coman, esto es mi Cuerpo que es entregado por ustedes... Tomen y beban de este cáliz de mi sangre que es derramada por ustedes para el perdón de los pecados y la vida eterna” (Lucas 22, 19-20).

Es esperar la realización de nuestra Pascua, y la Pascua de nuestro pueblo, pasando a una vida nueva, a través de un permanente camino espiritual, humano y social, con la fuerza de la gracia de la redención.

Cuando a nosotros, los sacerdotes del Nuevo Testamento, Él nos encomendo el servicio de este Sacramento, diciendo: “Hagan esto en memoria mía” (Lucas 22, 19), nos llamó a sacrificarnos por el bien de los hermanos y de la Iglesia. Esto es lo que afirmó el apóstol Juan al decir: “Nosotros conocimos el amor que Jesús se dio a sí mismo por nosotros, así también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos” (1 Juan 3, 16). Cuando el Señor se levantó de la cena pascual y lavó los pies de los discípulos, indicó que la Eucaristía es el sacramento del servicio, según su ejemplo: “Les he dado esto como ejemplo, y como lo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan” (Juan 13, 15).

Al unirme a ustedes en este Día Santo, y en la Fiesta Sacerdotal y Eucarística, les expreso mi más sinceras felicitaciones, así como mis mejores deseos en la Gloriosa Pascua.

Con mi amor eterno y mis oraciones.

Bkerke, Lunes Santo de Pasión, el 11 de abril de 2022.

† Su Beatitud Bechara Pedro cardenal Rai.

Patriaca de Antioquía y de todo Oriente.