Las sanciones de EEUU hunden a Líbano y Siria, protestas contra el costo de la vida.
- Noticias Maronitas
- 12 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 jun 2020

Los ciudadanos de los dos países salen a la calle para manifestarse contra la inflación y la caída de la moneda local. Las medidas punitivas impuestas por Washington se suman a la crisis económica y a la emergencia del coronavirus. Los ciudadanos siempre más pobres, mientras tanto crece el tráfico ilícito y el contrabando.
Los efectos de las sanciones contra Siria que a pocos días entraran en vigor, el próximo 16 de julio de 2020, conocida como la Caesar Law (Ley de Protección Civil César Siria) firmada el 21 de diciembre pasado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, se hacen tangibles también para el Líbano. La única salida terrestre con Siria esta clausurada, si bien las fronteras están aún cerradas a causa de la pandemia de Covid-19, el país de los cedros comienza a sentirse también éste bajo embargo, si bien directamente no, si en lo indirecto.
No obstante la clausura de las fronteras terrestres entre Siria y Líbano, los negocios no oficiales se siguen haciendo, sobre todo el contrabando jamás se detuvo. Esto sucedió en particular a lo largo de Akkar y en otras localidades como el pueblo de Tal Hmeyrah, no muy distante del paso fronterizo de Abbudiya, en el norte. En la zona, algunas familias mafiosas libanesas (otras mixtas siro-libaneses), que normalmente son agricultores de enormes hectáreas de terrenos, se han dedicado al contrabando con las provincias sirias de Tartus y Homs.
Tráfico que viajan a través del río Nahr el Kabir, transportan todo tipo de mercadería desde y hacia Siria: los dólares estadounidenses desde el Líbano a órganos humanos de Siria. Otra zona de contrabando se encuentra en Wadi Khaled, a lo largo de la parte que lleva al valle de la Bekaa, en Líbano, hacia Siria.
Sólo ayer pudo documentar detenidos unos 200 auto cisternas de diesel dirigidas a través del Líbano hacia Siria, mientras que el mismo tiempo se registraban en Líbano, largas colas de autos en las estaciones de servicio por la escasez de combustible. Lo mismo sucede con el dólar, que en el Líbano llegó al límite de las 5.600 liras, cuando hacía 8 meses antes estaba estable en 1.500. Las casas de cambio compran todos los dólares, no dejando a disposición del mercado para quien quiera comprar. Después de la clausura de parte del gobierno de las casas de cambio por la falta de respeto a las cuotas impuestas, aparecieron los cambistas ambulantes que venden y compran dólares que después terminan en Siria.
Ayer, 11 de junio, las manifestaciones retomaron vigor no obstante que existe el peligro de contagio por el Covid-19. Las protestas de los manifestantes son sobre el costo de la vida ya que todos los precios de los productos están en precio dólar. La pobreza avanza siempre más en el Líbano difundida por la desocupación galopante: muchas actividades quebraron, después de meses de manifestaciones y seguidas por la parálisis económica para contrarrestar al nuevo coronavirus, a la cual se agrega ahora el aumento del dólar.
También en Siria la situación difícil y se espera que con la Ley Cásar Law sea catastrófica para la gente. Los precios al consumo aumentan y ya comprar fruta de estación se convirtió en un artículo de lujo para gran parte de habitantes. Los sueldos medios son de 60 mil liras sirias y son insuficientes, un Kg. de fruta en Damascos llega a costar 2 mil liras, como es posible cuando un país como Siria que sigue siendo hoy en gran parte agrícola. El año pasado el precio era de 1250 liras al Kg. en esta epoca.
Otro ejemplo práctico es el del azúcar a 1.350 liras el Kg., mientras se vuelve siempre más difícil encontrar pan, si bien el precio de este está controlado por el Estado. A menudo los ciudadanos están obligados a comprar el así llamado pan turístico, que es más caro y no esta controlado porque está hecho con un poco de leche. El dólar en Siria esta por las nubes, donde el mercado negro de los cambistas está sancionado por ley, no obstante es traficado también allí como en Líbano, el dólar llegó al límite de las 3.100 liras sirias. El gramo de oro se fijó en 105 mil liras, o sea casi dos sueldos.
Mientras la propaganda de Estado asegura que el país está firme y que trata de ajustarse los cinturones por sólo 4 meses hasta las próximas elecciones en los EEUU, la gente se encuentra cansada por los muchos sacrificios realizados hasta ahora. Ayer salieron a la manifestarse a la plaza en Sweida en el sur de Siria, por el cuarto día consecutivo de protestas contra el costo de la vida.
Fuente: Pierre Balanian
Comments