El Papa nos da nueva esperanza.
- Noticias Maronitas
- 4 ene 2021
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Líbano. El párroco maronita de Beirut: el Papa nos da una nueva esperanza
El Líbano, devastado por una profunda crisis política y la peor situación económica de la historia, se enfrenta ahora a una emergencia sanitaria provocada por la pandemia, que corre el riesgo de convertirse en una catástrofe. "A pesar de todo, seguimos luchando por la paz, dando testimonio de Jesucristo, como nos pide el Santo Padre", dice el padre Jad Chlouk, párroco de la catedral maronita de San Jorge, en Beirut.
Una crisis política que sigue siendo gravísima, un tejido social lacerado y dividido, una situación económica dramática, la peor desde 1975, año en que comenzó la dolorosa guerra civil que terminó, desastrosamente en 1990: el Líbano sigue siendo un país débil, con una estabilidad precaria, que podría explotar en mil pedazos, con el riesgo de desencadenar nuevas tensiones militares regionales. Para complicar la situación, está la emergencia sanitaria provocada por la pandemia: los gremios de médicos han hecho saber que las infecciones aumentan sin control y los cuidados intensivos ahora se colapsan. Potencialmente es una catástrofe. "El Líbano, sin embargo, no pierde la esperanza", explica con voz tranquila el padre Jad Chlouk , párroco de la catedral maronita de San Jorge en Beirut.
¿La esperanza también proviene del hecho de que Beirut se está recuperando de la fuerte explosión en el puerto que, según los últimos informes, provocó 200 muertos y 7.000 heridos el 4 de agosto?
R.- Beirut se está recuperando lentamente con la reconstrucción, pero no como se esperaba. Muchos han prometido apoyarnos enviándonos subvenciones, pero no todos han cumplido su compromiso. Muchas organizaciones no gubernamentales tomaron fotografías para testificar nuestro sufrimiento y luego no pasó nada. Nuestra Iglesia hace todo lo posible por ayudar a las personas, por estar cerca de ellas: porque nuestro principal objetivo es reconstruir primero la Iglesia viva y luego la de las piedras.
¿Ahora la larga crisis política en la que el país parece paralizado también es más preocupante?
R.- Es muy grave, por eso el Papa Francisco, en su reciente mensaje navideño dirigido a los libaneses, pidió a los líderes políticos y religiosos que asumieran sus responsabilidades. El Papa también instó a la comunidad internacional a evitar involucrar al Líbano en tensiones y conflictos regionales.
¿El interés del Papa genera confianza en el futuro?
R.- La carta de Navidad del Santo Padre nos ha dado una nueva esperanza, nos ha animado a luchar, a pesar de todo.
¿Cuál es el camino hacia el renacimiento del Líbano, en su opinión?
R.- El Papa también lo indicó: debemos tratar de estar cerca de los demás, de vivir en paz, dando testimonio de Jesucristo y de la fraternidad. Sin miedo a las situaciones difíciles: después de todo, en esta parte de Oriente Medio siempre ha habido guerras y persecuciones.
Hay un capítulo doloroso, el relacionado con los jóvenes. Muchos de ellos han huido del país en busca de una vida mejor, quizás otros los sigan en los próximos años. ¿Es realmente así?
R.- Los jóvenes, especialmente los más educados, están tratando de encontrar otro país donde vivir en paz. En cambio, estamos tratando de mostrarles que estas crisis eventualmente pasarán. Pero no es fácil, realmente hay mucho desánimo en ellos.
Federico Piana - Città del Vaticano
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