Día de San Marón - Homilía del Patriarca Maronita Rai.
- Noticias Maronitas
- 9 feb 2022
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 14 feb 2022

DÍA DE SAN MARÓN
PADRE DE LA IGLESIA MARONITA
Homilía de Su Beatitud Bechara Pedro cardenal Rai.
Patriarca de Antioquía y de todo Oriente
Día de San Marón
Padre de la Iglesia Maronita
Bkerke - Domingo 9 de febrero de 2022.
“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, pero si muere, da mucho fruto”
(Juan 12, 23).
Su Excelencia Señor presidente.
1. Le damos gracias por haber aceptado la invitación de nuestro hermano, el arzobispo Paul Abdel Sater, arzobispo de Beirut, para participar en la Misa de la fiesta de Nuestro Padre San Marón, conservando su buena costumbre. También agradecemos a Su Excelencia el Presidente del Parlamente el Sr. Nabih Berri, y a Su Excelencia el Primer Ministro, el Sr. Najib Mikati, por aceptar la invitación. Su presencia aumenta a la fiesta su dimensión religiosa y nacional, con su amplio contenido pluralista de los componentes de la única familia libanesa. Si bien damos la bienvenida a Su Excelencia y a su estado, también damos la bienvenida al nuncio apostólico, a los obispos, a los señores de estado, a los ministros, a los representantes, a los embajadores, a los funcionarios, a los capitanes, a los líderes militares y de seguridad, y a este pueblo fiel. Me complace felicitar a los ciudadanos libaneses en general y a todos los hijos de la nación maronita en particular, en el Líbano, en los países de Occidente y del mundo con motivo de la fiesta de nuestro padre San Marón, que nos llama a volver a nuestro orígenes espirituales y civilizados.
2. El grano de trigo, del que habla Cristo Señor en el Evangelio de hoy, simboliza el misterio de su muerte y resurrección, del cual ha nacido la Iglesia y la nueva humanidad. Él es "grano de trigo" por excelencia y San Marón el ermitaño, que vivió y murió en el monte Ciro entre Antioquía y Alepo, a través de la austeridad, la mortificación y la oración, es un “grano de trigo” que dio frutos de un árbol maduro que es la Iglesia maronita.
Allí, en la Qalaa Kaluta (Castillo de Kaluta) en el monte Simeón, construyó una pequeña cabaña que rara vez usaba. Dios le otorgó generosamente el don de la curación y atrajo a multitudes de todas partes. Él curaba toda clase de enfermedades con un solo medicamento, que es la oración, e instruía y enseñaba el camino para ascender en la escalera de las virtudes, por eso se le llamó "el maestro de los ermitaños de Ciro y su padre".
3. Cuando hablamos de San Marón, es natural hablar del maronita, no en su apariencia política, sino en su esencia y orígenes.
El maronismo es básicamente un camino espiritual siríaco antioqueño, que se inicia con el ejemplo de aquel monje Marón, que se dedica a la filosofía del amor de Dios a través de la ascesis abierta. Luego se convirtió en una escuela teológica basada en la doctrina del Concilio de Calcedonia (451), que establece que las dos naturalezas son: la divina y la humana en la persona de Cristo. Es una creencia católica que hizo de los maronitas una unión permanente con la sede de Pedro en Roma. Luego se encarnó en una sociedad humana unida por la fe. Finalmente, se organizó en una entidad legal con el establecimiento del Patriarcado Maronita de Antioquía a fines del siglo VII. Esta entidad se ha mantenido independiente durante siglos de cualquier autoridad civil (Padre Michel al-Hoayek: ¿Maronita es un nudo o una causa? p. 27-29). En cuanto a los maronitas, el Líbano no es una tierra, un estado o una nacionalidad, sino una tierra de libertad. Hicieron de la libertad su proyecto espiritual, social y político, y ésta los convirtió en sus alumnos en cada postura, iniciativa y decisión.
4. Los maronitas siguieron a San Marón desde el principio, no sólo por su fe, sino especialmente por sus valores. Por lo tanto, la maronismo comienza en nosotros cuando nos comprometemos a las virtudes de la bondad, generosidad, amor, constancia, dignidad y fuerza. Termina en nosotros cuando estamos poseídos por el rencor, la envidia, el odio, la venganza y el espíritu de rendición. La historia nos enseña que la caída política y militar de todos los imperios, estuvo precedida por el derrumbe de la escala de valores en sus sociedades, el bajo nivel de sus líderes, sus arraigadas diferencias, la expansión de la corrupción y el control de los caprichos de intereses.
En esta ocasión religiosa y nacional al mismo tiempo, nos enfrentamos al deber de renovar nuestra fe en el Líbano y nuestra adhesión a ella, a pesar de todos los desafíos internos y externos. El desafío fortalece nuestra constancia y nos insta a sacar lecciones para el desarrollo y protección de nuestra existencia. Los maronitas no eligieron el "Gran Líbano" por casualidad. Antes que él, experimentaron en el Líbano y Oriente todo tipo de regímenes, reinos y sultanatos. Vivieron todas las conquistas, religiones y sectas. En el Monte Líbano, con sus hermanos drusos en particular, experimentaron con varias formas de fórmulas constitucionales, especialmente en el siglo XIX, por lo que conocían las ventajas y desventajas de cada fórmula. Y cuando ocuparon una posición de influencia en la elección del destino en el año 1920, optaron con los componentes libaneses por la asociación cristiano-islámica y la pertenencia al medio árabe.
5. Distinguieron en su patria con el pluralismo multicultural y religioso, un sistema democrático parlamentario, las libertades públicas, el compromiso con la neutralidad y la paz, la separación de la religión y del Estado en una única fórmula estatutaria basada en la convivencia. También distinguieron a su país por su economía liberal y prosperidad, su sistema bancario, sus escuelas, universidades e instituciones hospitalarias, su seguridad, estabilidad y apertura.
Queríamos que juntos fuera un proyecto pionero en Oriente y Occidente. De modo que la fórmula de su convivencia en el medio interno va más allá de la convivencia con su medio árabe sobre la base del respeto mutuo. Queríamos que fuera el punto de encuentro de civilizaciones y un oasis de su convivencia. Pero, la debilidad de la inmunidad nacional, que se atribuye a la multiplicidad de lealtades y distorsionó el mensaje del Líbano. Sin embargo, luchamos juntos para que el Líbano no siga convirtiéndose en escenario de los conflictos de la región, plataforma de misiles y frente de batalla. El estado del Líbano no se estableció para ser enemigo de sus hermanos y amigos, así que no lo hagamos enemigo de sí mismo. El reconocimiento del Líbano como patria definitiva significa reconocer tres principios: la finalidad del pacto de coexistencia, la finalidad del papel cristiano y la finalidad de la lealtad al Líbano solamente. Al respetar este triángulo histórico, salvaremos la unidad del Líbano y demostraremos su neutralidad.
6. Desde sus inicios, los maronitas han buscado ser un estado independiente en el Líbano y el Oriente. Sus fronteras son la libertad y la dignidad, su ámbito es el diálogo y la interacción con las civilizaciones. Echaron raíces en Oriente y extendieron sus ramas hacia el mundo. Su lógica es la fe, la razón y la conciencia, y su lealtad es a una sola nación, que es el Líbano. Adaptarse a la realidad sin someterse a ella y convivían con los demás sin fundirse con ellos. Evitaron involucrarse en conflictos, no porque sean una minoría en Oriente, sino porque son mensajeros de paz.
7. Con motivo de esta fiesta nacional y religiosa al mismo tiempo, y en presencia de los respetados líderes del estado, esperamos con el pueblo libanés cinco prioridades:
1).- La realización de las elecciones parlamentarias y presidenciales en sus fechas constitucionales. El pueblo libanés, residente y disperso, anhelan el cambio, espera estas dos demandas para expresar su voluntad nacional, así que no los decepcionen nuevamente sus esperanzas.
2).- Anunciar la verdad sobre la explosión del puerto de Beirut, después de casi dos años. Se le ha llamado la explosión de la época, ¿entonces no es posible que la investigación quede congelada y víctima de controversias e interpretaciones constitucionales, como si alguien temiera la verdad?.
3).- Acelerar el proceso de reforma y acordar con el Fondo Monetario Internacional un plan realista e integrado, que salvará al Líbano de un colapso continuo y le devolverá los elementos de su renacimiento económico, financiero y de desarrollo.
4).- Completar la implementación del Acuerdo de Taif y abordar las brechas resultantes. Tratando de implementar las resoluciones del Consejo de Seguridad para lograr la soberanía del Líbano sobre todo su territorio. Si la incapacidad del estado para hacerlo continúa, es necesario buscar la asistencia de las Naciones Unidas para convocar una conferencia internacional para garantizar la implementación de soluciones y la seguridad del Líbano.
5).- Adoptar el sistema de neutralidad positiva como base en nuestras relaciones exteriores, porque es la garantía de la unidad, independencia y soberanía del Líbano. La neutralidad que exigimos es ya un elemento estructural en la formación del Líbano e inseparable de su ubicación geográfica y su herencia pacífica.
8. Rogamos a Dios para que, por intercesión de san Marón, proteja nuestra patria, nuestra Iglesia y nuestros pueblos, para que todos permanezcamos fieles a nuestra misión en este Oriente. A Dios sea la gloria, ahora y siempre, Amén.
Commentaires